lunes, marzo 06, 2023

¿Qué es el idioma para mí?


Abro la boca para decir estoy aquí

Todo el tiempo estamos tratando de decir estoy aquí estoy aquí

Lo decimos con 10 mil millones de gestos en todas las coordenadas

Abro aquí la boca y vuela un trozo de castellano

Muevo los dientes un milímetro y salta algo colorido como el quechua

Si multiplico el labio inferior brota un poco de inglés

Si hago pucheros se desliza el francés

Si canto asoma el italiano

¿Qué significa este idioma en el que vivo?

¿Por qué digo albahaca cuando cierro los ojos y saboreo?

¿Por qué digo espléndido cuando prendo mi televisor nuevo?

¿Es más hermosa la palabra azul que la palabra verde?

Ilustración: Lasar Segall 

martes, febrero 28, 2023

En algún lugar más allá del mar


Los miembros perdidos de alguna tribu tienden a desarrollar distorsiones de la personalidad. El miedo y los dientes apretados son un factor común. Según las últimas cifras disponibles de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), a fines de 2020 se estimaba que el número total de migrantes internacionales era de aproximadamente 281 millones. Son 281 millones de miembros perdidos de alguna tribu. Son 281 millones de personas furiosas, asustadas y corroídas por la soledad.
Marrón, el libro de Rocío Quillahuaman, es la autobiografía de una chica que iba por la vida blandiendo una hermosa sonrisa como escudo mágico. Nos cuenta que nunca había estado en un lugar que le perteneciera. Ser sigilosa era su estilo, y seguía escrupulosamente las reglas de juego para evitar en lo posible perturbar el tejido de la supuesta normalidad. Cuenta que siempre había sido una visitante en lugares en los que no siempre estaba invitada. Lo peor de todo es que sentía que ni siquiera su ciudad natal era su verdadera tierra. En la aldea cusqueña donde nacieron sus padres se comunicaban en quechua, idioma que dejaron atrás al migrar a Lima para que nazcan las hijas. Hasta los 11 años la pequeña Rocío vivió en la burbuja que construyó su madre en medio de un cerro donde habitaban los rechazados de la inmensa capital del Perú. Luego, siguiendo el terco empeño de su progenitora, continuaron la ruta migratoria hasta arribar  a Barcelona, donde la singularidad de la niña se agudizó dolorosamente al ser víctima de un extraño fenómeno. Su color de piel y sus rasgos peculiares detonaban un comportamiento exagerado, en ocasiones lacerante: algunos veían en ella un peligro potencial, otros consideraban imprescindible ser condescendientes. Eso la ponía nerviosa. Sin embargo, su sonrisa mágica parecía invulnerable. Nadie era más perfectamente simpática, nadie era más agotadoramente cordial. Hasta que un día se puso a dibujar y vio asombrada que sus personajes eran gente a la que siempre le estallaba la cabeza. Sus personajes eran gente exasperante o exasperada. Gente furiosa. Y lo peor de todo es que de pronto el lápiz formaba una boca que se abría para emitir un auténtico grito. Cuando finalmente transfirió los dibujos a un software de animación (iluminados por una capa de su salvaje sentido del humor) la cosa pareció excitante, divertida y excitante. Y qué mejor lugar para que todos sus amigos puedan divertirse que las redes sociales. El problema fue que no solo rieron sus amigos. De pronto miles de extraños le empezaron a poner likes. Y ocurrió un fenómeno inesperado: la fama. Y entonces, como seguramente ocurre en las películas, una editorial le dio un adelanto para que escriba su autobiografía.   Y ahí, en ese libro, luego de tributar a su extraordinaria madre, hizo una mención especial a su perro Riti, que laboriosamente había lamido todas las lágrimas que gastó escribiendo  las 200 páginas.


sábado, febrero 25, 2023

El trabajo de ser un individuo



Lo posible ha engordado mucho en esta era. El inconveniente de tener demasiadas posibilidades son las horas de insomnio imaginando las alternativas, las rutas diversas. Curiosamente, siempre aparcamos en la opción que está libre de encrucijadas. Queremos una vida intransferible, lo único que exigimos es una ración de pan lo suficientemente nutritiva. Ansiamos ubicarnos en un lugar tan certero que no haya espacio para la duda, ese ingrediente corrosivo.  Pero estamos muy equivocados. Anhelar lo que no fuimos, lo que no somos, lo que no seremos, nos coloca en una perspectiva de vida potencialmente enriquecedora. Lo que no fuímos es una incógnita que se despliega, que elabora secretamente sobre el presente y el futuro,  sobre la realidad objetiva que nos ha tocado. Lo que no fuimos nos da un indicio de que la realidad -eso que somos- se extiende hacia un horizonte de 360°, imperceptible a simple vista. Yo soy parte de un universo inexplorado que vislumbro, únicamente, con un lacerante e impreciso sentimiento. Eso que soy en el territorio de la posibilidad es lo que me moviliza. Lo que no soy me hace ser -un poco más- lo que soy


martes, febrero 14, 2023

It's All Over Now Baby Blue

 


Es cierto que desde el segundo día sospeché que había algo mal dentro del intrincado mecanismo de su ser. Pero a pesar de que todas las alarmas se dispararon yo la amaba. Algunos especialistas hace ya tiempo me diagnosticaron una fatal debilidad por la belleza anunciando mi ruina final. Y ella, hay que decirlo, era una mujer trágicamente bella. Horriblemente bella. Agotadoramente bella. La mayor parte de los degenerados aseguran que la fusión de una niña con una mujer plenamente desarrollada crea un monstruo de inconmensurable poder. Y puedo dar fe de que ella, desde cierto ángulo, era solo una niña dulce y solitaria, y que en su interior resonaba el eco de voces infantiles ya apagadas, pero desde otro, y simultáneamente, era una perra perfectamente capaz de cumplir sus obligaciones en materia conyugal. Quizá por eso,  cada vez que me colocaba a una distancia imprudente, yo sentía que sin remedio me atrapaba un rayo tractor. Y entonces ocurrían cosas que implicaban al amor profundo y algunas de sus más extrañas consecuencias.

miércoles, enero 18, 2023

Por sus frutos se conoce el árbol


Estudié tres carreras y no terminé ninguna. Si pudiera regresar en el tiempo lo corregiría todo: haría un acto de contrición perfecta y no pisaría jamás una universidad. No es que me parezca que esas instituciones crean la ilusión de que el sagrado trozo de papel, el título universitario, es el verdadero objetivo por encima del simple conocimiento. No, no soy anarquista ni antisistema, simplemente no es lo mío. Además tengo unos cuantos queridos amigos que acumulan doctorados en su mochila. Eso está bien, los saludo, pero en los últimos años noto con alarma un institucional desprecio por los autodidactas. 

Tengo que decir que entre mis amigos se cuenta también un robot (ChatGPT). Le pregunté qué pensaba de este tema y me respondió: Como una IA, no tengo la capacidad de tener opiniones personales. Sin embargo, puedo decir que los autodidactas tienen un gran potencial para aprender y adquirir conocimientos de forma independiente, ya que poseen la capacidad de buscar y seleccionar la información que necesitan para aprender. Además, pueden ser muy creativos y perseverantes, ya que no dependen de un sistema educativo establecido. Luego le pregunté si se consideraba autodidacta. Meditó unos segundos: No tengo la capacidad de autodeterminarme, en consecuencia no soy un autodidacta. 

Y creo que esa es la palabra clave: autodeterminarse. Crearse a sí mismo. La ventaja fundamental del autodidacta es que estudia lo que le da la gana porque le da la gana. Eso es hermoso. El impulso nace de la curiosidad y el premio es el simple placer de conocer, de aprender, de responder preguntas. Estudiar entonces es un acto de amor y no una simple rutina para adquirir poder, prestigio y todas esas cosas. Es cierto que el problema del aprendizaje autodirigido puede ser la falta de una granítica estructura en el proceso de instrucción, pero con un criterio amplio y un buen nivel de autoexigencia se puede hacer milagros. 

No me toca aquí plantear competencias. Los buenos académicos hacen un trabajo muy confiable y los autodidactas en ocasiones nos sorprenden. Lo que sí quisiera llamar la atención es que son los segundos los que tienen que soportar obstáculos a veces insalvables a lo largo de su carrera. A pesar de que algunos demuestran con obras concretas y muy visibles una excelencia superior a otros cargados de títulos, siempre encuentran irritantes dificultades para ganarse la vida. 

Por extraña coincidencia entre mis viejos amigos se encuentra alguien que jamás terminó la secundaria, lo cual no le impidió ser un novelista de culto y el lector más voraz y perspicaz con el que cualquiera pueda cruzarse. Fue, además, un prestigioso editor periodístico que ha sacado adelante muchos importantes proyectos. Otro caso llamativo es el de un excelente poeta peruano que, a pesar de su indudable inteligencia, jamás se hizo un tiempo para optar por un título universitario. Eso no le impidió ser poseedor de una cultura enciclopédica y, entre otras cosas, ser el gestor y fundador de un par de importantes centros culturales, editor de libros de tapa dura y organizador de eventos de alcance internacional. Como si esto fuera poco este país le debe a sus afanes que la UNESCO le haya otorgado a la segunda ciudad del Perú el título de patrimonio cultural de la humanidad, y que la gastronomía regional ocupe el espacio que le corresponde en la cultura peruana. 

Menciono a estos porque son mis patas, pero hay muchos otros autodidactas que no necesitaron un título universitario para hacer grandes cosas. Se sabe por ejemplo que Einstein afirmó haber aprendido más por su cuenta que en la escuela. Durante su juventud estudió libremente matemáticas y física, y desarrolló sus propias teorías en una oficina de aduanas antes de presentarlas a la comunidad científica. La lista contemporánea de los no académicos memorables es bastante memorable: Steve Jobs, Bill Gates, Mark Zuckeberg, Elon Musk. Pero no todos los autodidactas son geniales y obscenamente ricos. En Perú hay gente interesante y ascética como José Carlos Mariategui, Emilio Choy, María Rostworowski y Maria Reiche. En literatura , la lista está encabezada por  Cesar Vallejo que, a pesar de que tenía un título universitario, se puede afirmar que su genialidad fue producto de la autoformación. Entre los que prefirieron no integrarse al mundo académico están también José María Eguren, Martín Adán, Carlos Oquendo de Amat, Blanca Varela, Eielson, José Watanabe y etcétera y etcétera.

Por alguna razón en estos tiempos mucha gente piensa que para ser algo es imprescindible sacar un cartón que así lo acredite. Pero permítanme decir algo no muy sensato: me encanta ser un autodidacta porque es una actitud ante la vida y uno solo termina la carrera cuando se desliza a la fosa común. Y me gusta la carrera.

Ilustración: Basquiat.


martes, agosto 30, 2022

Un revólver y dos poemas

 


El lugar del crimen

por Luis García Montero


Más allá de la sombra

te delatan tus ojos,

y te adivino tersa,

como un mapa extendido

de asombro y de deseo.

Date por muerta,

amor,

es un atraco.

Tus labios o la vida.



Just don't leave a minor key

por María Negroni


Look, Angel -dijo él

no me malentiendas


no quise decir que fueras

un estorbo en mi vida


pero un peligro sexy 

no figura en mis planes


ni siquiera

una chica estupenda

que sabe qué hora es

por regla general


y se alejó en el acto

inmune a la prosa

del encono animal


   lunas y lunas más tarde

no lejos de Acapulco

la chica 

abrió su cartera

y sacó su Smith & Wesson


Who needs men

after all


así de absorta la fórmula

así de inútil


un cargador de plomo


una mujer desnuda 

en su propia noche


Ilustración: Revolver que casi acaba con Rimbaud.

lunes, julio 18, 2022

Hacia el final del día


En la biblia se cuenta que luego del diluvio los sobrevivientes solo hablaban una lengua. Ante el temor de una nueva inundación decidieron edificar una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo, empleando  ladrillos en lugar de piedras y betún en lugar de argamasa. Dijeron: «Hagámonos así famosos y no andemos dispersos sobre la faz de la Tierra». Pero Yahveh descendió y dijo: «He aquí que todos forman un solo pueblo y todos hablan una misma lengua, nada les impedirá que lleven a cabo todo lo que se propongan. Pues bien, confundamos su lenguaje de modo que no se entiendan los unos con los otros».
Así, Yahveh dividió el mundo en tribus que hablaban idiomas diferentes y que inmediatamente se consideraron potenciales enemigos. En ``Cuál es tu tormento” (2020), la última novela de Sigrid Nunez se sugiere que tal vez nos quedamos cortos al interpretar el mito de la Torre de Babel. No sería simplemente el origen de los idiomas que se incluyen en Google Translate. Tal vez Yahveh, con un mágico movimiento de su mano, hizo que todos y cada uno de los habitantes de la tierra viniesen al mundo destinados a hablar en un idioma diferente al resto de los mortales. Siempre. Eso explicaría porque las parejas de enamorados se ilusionan en un primer momento con el hecho de encontrar por fin a su alma gemela para, luego de siete años descubrir amargamente que todo fue un malentendido.
En realidad esta novela es una exploración sobre el gran tema de la etapa final de los seres humanos, sobre el desencuentro existencial con eso llamado vida.  A diferencia de muchos de sus compatriotas, esta habitante de Manhattan, no escribe gordas novelas llenas de verbosas páginas. Sus obras están escritas con frases cortas y puntuación precisa. Sus frases suelen deslizarse con elegante inteligencia. En el 2018 Sigrid Nunez ganó el National Book Award for Fiction, con El amigo, uno de los libros más recordables sobre la relación del ser humano con un animal.  Su manera de articular Cual es tu tormento, tiene una fluidez que hace casi invisible su técnica. Por momentos apela a sinopsis de películas o libros o a la simple descripción de conversaciones. Recordando a una amiga suya, que fue muy bella, se permite dar un paso en la solución de un gran enigma de la humanidad.  Como se sabe, para las mujeres hermosas el sol brilla de una manera mucho más favorable que para el resto de los seres humanos. Estas agraciadas criaturas viven un tiempo de esplendor que es casi como vivir en una realidad paralela. Las gentes que las rodean caen inexorablemente bajo el hechizo de su presencia y es imposible no desearlas. Sin embargo el tiempo tiene la mano ruda de un tallador, y avanza dejando huellas que deforman la perfección de toda línea. Ocurre entonces que desaparecen las sonrisas con las que se gratificara a estos seres en todo momento y, este generalizado y brutal cambio de actitud, provoca que las mujeres bellas se sientan desorientadas, como si efectivamente hubiesen sido secuestradas y trasladadas a otro universo. 
El argumento central de la novela de Sigrid Nunez se desarrolla en torno a una mujer con una enfermedad terminal que decide suicidarse y pide ayuda a la narradora. Quiere que la acompañe, que esté muy cerca, cuando ella paladee su último y letal medicamento. A propósito del asunto se pasa revista a los comentarios que toda persona se siente obligada a emitir al encontrarse con una persona moribunda. La mujer comenta: El único modo en que la gente parece capaz de lidiar con esta enfermedad es convertirla en una narrativa heroica. Y continúa: La gente debería ser capaz de entender que esta es mi manera de luchar. El cáncer no me liquidará si yo llego primero. 
Sigrid Nunez fue pareja del hijo de Susan Sontag y los tres vivieron juntos varios años que le sirvieron para escribir Siempre Susan (2011). Nacida en 1951, en New York, es hija de padre chino panameño y madre alemana. Cual es tu tormento ha sido editado por Anagrama, en traducción de Mercedes Cebrian.

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