miércoles, noviembre 29, 2017

Provincias








 Tomaban café en un local tradicional de la plaza de armas del Cuzco. El poeta invitado al coloquio encendió un cigarrillo e instantáneamente apareció el mozo: Está prohibido fumar. El poeta replicó: Dígame cuánto es la multa y tráigame un cenicero. El mozo regresó con el cenicero y sentenció: Usted debe ser arequipeño ¿no?

La herida más hermosa del mundo

El gesto de sorpresa ante el fenómeno de la existencia tiene muchas formas ¿Entre tantas opciones por qué un genio de provincias eligió la i...