jueves, diciembre 11, 2025

Las complejas poleas conceptuales del Super Ratón


Yo soy de los que creen que uno es, en buena medida, lo que lee. Y en mi caso, mi formación se originó  de una sobredosis de novelas de aventuras, historietas, cine y televisión. Leía comics  como quien lee a los clásicos: con devoción y una curiosidad intelectual que, vista en retrospectiva, era casi extravagante.

Por eso siempre digo que las influencias de mis primeros libros, van desde Super Ratón hasta el agente 007. A ese linaje improbable se suman mis lecturas voraces de novela negra: Chandler, Hammett y compañía.

Soy un lector aceptable de novelas, consumo de todo, ensayo, historietas, informes policiales,  con los mismos lentes con los que leo poesía. De allí proviene mi gusto por esas frases que no fueron escritas para ser bellas y, sin embargo, encuentran eso conocido como una rara belleza porque el contexto las ilumina. El arte moderno del siglo XX ya nos enseñó que el significado se juega en la posición de cada pieza en el tablero.

Además, los neurobiólogos han confirmado algo que los poetas intuían hace siglos: operamos más por emoción que por razón. Imaginamos que somos  seres racionales, pero la verdad es que emoción y razón tiran del cerebro como dos caballos no siempre suficientemente emparejados. Y si fuéramos pura racionalidad, simplemente no podríamos interpretar la vasta penumbra que constituye la mayor parte de la realidad.

Las complejas poleas conceptuales del Super Ratón

Yo soy de los que creen que uno es, en buena medida, lo que lee. Y en mi caso, mi formación se originó  de una sobredosis de novelas de aven...