lunes, diciembre 11, 2017

La felina

Una gata furiosa obligó a su dueño a llamar a emergencia. El serenazgo se vio forzado a pedir refuerzos. La gata fue finalmente reubicada  en un lugar no especificado. Pero el dueño tuvo que ser atendido por un colegiado médico. Justo antes de renunciar definitivamente a la propiedad de su amada.
Ilustración: Robert Sitka.

Antologías

Hay épocas raras en las que ocurre lo que no ocurre nunca. Por ejemplo, en la primera semana de octubre del año de 2025 aparecieron dos anto...