miércoles, diciembre 06, 2017

Precisamente


Antes de ser ahorcado pronunció sus últimas palabras. “Chavelita, espérame, muy pronto volveré a tenerte entre mis brazos”. El ardor de su alocución conmovió a la multitud. Nadie recordó que Raymundo Rosales había sido convicto por, precisamente, despachar de 43  cuchilladas a la tal Isabel Contreras.

Libre como un barco perdido en el mar

Durante la segunda mitad del siglo XX, Per Tangvald navegó los océanos como si fueran extensiones naturales de su alma. Los conocía con la f...