miércoles, diciembre 06, 2017

Precisamente


Antes de ser ahorcado pronunció sus últimas palabras. “Chavelita, espérame, muy pronto volveré a tenerte entre mis brazos”. El ardor de su alocución conmovió a la multitud. Nadie recordó que Raymundo Rosales había sido convicto por, precisamente, despachar de 43  cuchilladas a la tal Isabel Contreras.

El efecto misterioso de la violencia de Dios

  Con la llegada de Cristóbal Colón se restaron cincuenta y seis millones de individuos al planeta Tierra. Los abandonados campos de cultivo...