lunes, septiembre 23, 2013



El motor de combustión interna


¿Cuánta presión ejerce lo potencial sobre lo fáctico?
¿Qué impacto engendra lo imposible en la conciencia humana?
¿El uso de la primera persona del singular afecta la intensidad de la afirmación?
¿La filosofía moral, la ideología y la fe religiosa tienen su origen en el mismo virus?
¿Hay siempre un oculto condicionamiento detrás de todo albedrío?
¿Qué pasaría si no hay nadie más entre las estrellas?
¿Se puede deducir una sola pregunta de una precisa respuesta?
¿Por qué estoy seguro que soy ese que era?
¿Qué es lo que hace que yo no sea el que está mil metros más allá?
¿Qué significan tantas formas de estar vivo?
¿Qué impide que esté todo permitido?
¿Lo único inesperado es lo único temible?
¿Lo único inesperado es la única esperanza?
¿Lo único sorprendente es este instante tan estricto?
¿Quién era ese que fui el 7 de julio de 1977?
¿La búsqueda es una incógnita terriblemente activa?
¿Soy un monstruo o esto es ser una persona?
¿Qué significado tiene que sean exactamente las 12:06?
¿Cuándo me ves qué ves?
¿Soy solo el producto de millones de variables vibrando desesperadamente?
¿Estoy atrapado justo en esta coordenada?
¿Qué será del mundo cuando yo no sea yo?
¿Soy solo yo en este preciso instante?
¿Si suena este teléfono quién me dirá aló?
¿Escucha alguien todo lo que yo estoy pensando?
¿Existe el silencio?
¿Existe?

(O. Ch.) Publicado en Hueso Húmero 61.  Lima, 2013

lunes, agosto 05, 2013


Edith Sodergran


Dios

Dios es el lecho sobre el que nos extendemos en el todo
replicando a las estrellas con ojos tan azules
Dios es la almohada sobre la que inclinamos la cabeza
Dios es el apoyo a nuestros pies
Dios es el arsenal de ímpetu y una impoluta oscuridad
Dios es el alma inmaculada de todo lo no visto
y el cuerpo ya rancio de lo jamás deliberado
Dios es el agua dormida de la eternidad
Dios es el grano fértil de la nada y el puñado de cenizas
de los mundos incendiados
Dios es la infinitud de los insectos y el éxtasis de las rosas
Dios es un columpio vacío entre el todo y la nada
Dios es el grillete de las almas
Dios es un arpa para la mano con la ira más violenta
¡Dios es todo aquello que el deseo puede hacer descender a la superficie  de esta tierra!

(Versión mía)

miércoles, julio 31, 2013


Ciudad de New York, 1918
Querido Barton:
desde hace mucho tiempo pienso que hay una persona en la oficina que debería ser despedido. Me refiero a Sherwood Anderson. Él es un tipo hábil y buena persona, pero hace rato que estoy convencido que su corazón no está en el trabajo. Seguramente hay consenso en el hecho que este Anderson es, de alguna manera, una especie de adorno para nuestra organización. Su cabello, para empezar, tan largo y desordenado, confiere un matiz artístico a su personal apariencia que, probablemente, impresiona a tipos como Frank Lloyd Wright o a Mr. Curtiniez of Kalamazoo cuando visitan nuestra oficina.

Pero Anderson no es realmente productivo. Como dije, pienso que no le pone corazón a su trabajo. Y estoy firmemente convencido que debería ser despedido. Y si usted no se decide yo me presento como voluntario para informarle que tenemos que dejarlo partir. Por lo tanto sugiero que a la brevedad posible nuestra oficina se disponga a cortar todo tipo de relación laboral con el mencionado Anderson.

Respetuosamente
Sherwood Anderson


miércoles, julio 17, 2013

VERN: ¿Crees que Súper Ratón podría derrotar a Superman?
TEDDY: ¿Estás chiflado?
VERN: ¿Por qué no? El otro día cargaba a cinco elefantes con una sola mano.
TEDDY: ¡No entiendes nada! Súper Ratón es un dibujo animado. Superman es un hombre real. No hay manera en que un dibujo pueda derrotar a un hombre real.

(en Stand by me. Rob Reiner, 1986)

martes, julio 16, 2013


Samuel Beckett paseaba por París con un amigo durante una perfecta mañana de primavera. Aspirando con intensidad el amigo recitó: “¿No te sientes alegre de estar vivo en un día como este?” Beckett respondió: “Yo no diría tanto”.
(Citado por Oliver Sacks aquí)

domingo, abril 28, 2013



Alce la nariz y miré como se expandía la noche sobre mi cabeza -el cielo con todas sus estrellas y  todas sus lunas y todos sus trozos de material radioactivo-, y observé como, en el mismo instante, lo inmenso se encogía y estallaba contra la superficie de mi frente.

lunes, abril 15, 2013

La mujer más fea del mundo





Pastrana visitó las principales metrópolis del mundo occidental deslumbrando con los acuáticos ajetreos de su vals, con el timbre de su  voz, con el prodigio de su risa. Pastrana fue requerida de amores por veinte individuos y, cuando se corporizó el inevitable hombre de prensa, ella alegó que ninguno era lo suficientemente rico. Pastrana llegó a alzarse 1.34 metros sobre la superficie del suelo y fue vista en este planeta más tiempo del que corresponde, más tiempo de lo humanamente soportable. Su historia empezó en Sinaloa, México. Se dice que una india llamada Espinosa había desaparecido repentinamente en 1830 y que solo años después fue encontrada, casualmente, por unos vaqueros. Espinosa habría asegurado haber sido encerrada en una cueva por un grupo de hostiles, en una zona atestada de animales enfurecidos. Espinosa iba acompañada de una niña de 2 años llamada Pastrana. Y cuando Espinosa repentinamente dejó este mundo Pastrana optó por trabajar como sirvienta. Sin embargo, en abril de 1854, deseosa de exorcizar su nostalgia, decidió volver a sus serranías. El viaje fue largo y claramente laberíntico. Recién arribó a la aldea de sus ancestros el 13 de febrero del 2013, en medio de una insólita ceremonia en la que participaron autoridades y miembros de la prensa local, nacional e internacional. ¿Qué ocurrió?
En el camino se topó con un norteamericano. Un tipo de ojos elocuentes y boca grande y pálida que le hizo una propuesta irresistible. Y así visitaron Cleveland y asistieron a galas militares. Se dice que soldados bravos y extremadamente apuestos hacían cola para bailar con ella. Se dice que ella giraba, que brotaba música. Pero en el momento más elevado de su notoriedad Pastrana se animó a cruzar el océano. Charles Darwin escribió entonces:   «Pastrana es una mujer extraordinariamente fina pero tiene una gruesa barba y frente velluda. Tiene en ambas quijadas, superior e inferior, una irregular doble hilera de dientes. Una hilera colocada dentro de la otra, de la cual el doctor Purland ha tomado una muestra. Debido al exceso de dientes, su boca se proyecta hacia adelante.» [1] (Es probable que el momento más desconcertante de la vida de Pastrana ocurriera cuando alguien sugirió que era completamente ajena a la especia humana.) Continuando su gira, en Leipzig protagonizó Der curierte Meyer, una obra de teatro escrita especialmente para ella. Trataba de un hombre que se enamoraba de una tapada limeña. Cuando el pretendiente no estaba en escena Pastrana descubría una sonrisa.  El público estaba obligado entonces a sofocar su regocijo. Pero la policía alemana puso espías en la sala y el teatro fue finalmente clausurado. En 1857 su manager reapareció luego de un fin de semana perdido y exigió, finalmente, la mano de Pastrana.  En Viena, crecientemente posesivo, la incitó a someterse a exámenes fisiológicos. Luego le prohibió, terminantemente, salir a plena la luz del sol. Cuando por fin llegaron a Moscú, en medio de aquella zarandeada gira, Pastrana dio a luz a un bebé peludo que falleció a las 35 horas. Tristemente Pastrana lo siguió cinco días después.
Momentáneamente desconcertado, el marido solo atinó a vender los cadáveres. El profesor Sukolov,  de la Universidad de Moscú, luego de algunas insólitas anotaciones para la historia de la medicina, optó por aplicarles un tratamiento de su invención. A diferencia de las momias del antiguo Egipto, la de Pastrana y su pequeño hijo retenían su color, forma y apariencia, creando  la ilusión de un beatífico sueño eterno. Sukolov las acomodó en el museo de la Universidad, ella ataviada con uno de sus lujosos trajes de baile, él como un marinerito. Las multitudes, sin embargo, atrajeron también al manager, que rápidamente extrajo su certificado de matrimonio. Con su familia nuevamente reunida tomó la decisión de regresar a Inglaterra con ilusiones renovadas. Y es así que en 1864 este afortunado individuo conoce a una mujer con una condición similar a la de Pastrana y la pide en matrimonio. El espectáculo se anunciaba como la hermana de Pastrana velando el sueño de Pastrana. O tal vez como Pastrana renacida contemplando su antigua manifestación. Por desgracia en 1880 el manager sufrió un ataque de nervios y fue retirado a un manicomio. Los restos de la mujer más fea del mundo, sin embargo, continuaron su camino. Circos, cámaras de los horrores, museos de cera, hasta arribar finalmente a algún polvoriento depósito de alguna universidad de Noruega. Allí, durante décadas, permaneció Julia Pastrana contemplando a los roedores. Finalmente, por iniciativa de algún bienaventurado,  en Febrero de 2013, sus restos fueron oficialmente entregados a las autoridades Mexicanas. Yacen en lo alto de un cerro (con vista a su soleada aldea natal).


[1] En  The Variation of Animals and Plants Under Domestication, vol. II. John Murray. Londres. 1868. P. 328.

Ilustración: H. Konig  Retrato de Julia Pastrana.

jueves, abril 04, 2013

Ese olvido que eres


¿Ha tenido usted un gran amor?, le pregunté, y el otro contempló su plato de ceviche con intensidad. Sí, confidenció, hace años una mujer me hizo muy feliz y muy desdichado. Yo empujé con el índice su vaso de cerveza aún con espuma y ataqué: Pero ya la habrá usted olvidado. El otro mordisqueó una inútil lechuga. Entonces soltó: Como no, sí hasta el día de hoy la estoy olvidando.
Ilustración: Lubomir Bukov.

lunes, marzo 25, 2013



Woody Allen se preguntaba si el pasado contiene algo que tenemos, que nos enriquece, o es lo que se ha diluido en el recuerdo y está definitivamente perdido. ¿Pero y el futuro? Dicen que la ilusión es el bien más preciado porque posee una realidad de prodigiosa calidad. Lo que podríamos poseer es entonces nuestra más preciosa (o poderosa) posesión. Sin la ilusión no podemos ni siquiera ser infelices.
Ilustración: CMYK layering por Billy Kidd

La herida más hermosa del mundo

El gesto de sorpresa ante el fenómeno de la existencia tiene muchas formas ¿Entre tantas opciones por qué un genio de provincias eligió la i...