viernes, diciembre 08, 2023
¿Quién les dijo que la vida consistía solo en arrastrarse por la vida?
domingo, diciembre 03, 2023
El hombre que quería mudarse a Marte
En cierta ocasión, a Batman le preguntaron cuál era su súper poder. Él respondió: "Tengo mucho dinero". Elon Musk, el hombre más rico del mundo, opina que una persona muy inteligente que se arriesga en cada movimiento es más productiva que diez personas muy inteligentes que hacen su trabajo para pagar unas vacaciones de ensueño. La capacidad de asumir riesgos y una alta tolerancia al dolor son imprescindibles para los guerreros, pero quizá el atributo más importante sea la capacidad de "crecer bajo presión". El éxito de Elon Musk se explica por todo esto, pero en realidad su verdadero superpoder es probablemente encontrar una perversa gratificación en someterse a situaciones extremas. En el fondo, este gran protagonista del siglo XXI quizá no sea más que alguien que confunde la vida con un videojuego.
Walter Isaacson, biógrafo de los genios, ha publicado recientemente 680 páginas que son un viaje fascinante a través de la vida de este visionario, revelando no solo sus logros tecnológicos, sino también las complejidades de su ser. Musk, un emprendedor incansable, ha desafiado los paradigmas industriales y se ha erigido como un arquitecto de futuros inimaginables. La narrativa de este ambicioso ingeniero trasciende el simple relato de un empresario exitoso. Su ímpetu le han llevado a cofundar empresas que abordan desde la movilidad sostenible con Tesla, la conexión neuronal con Neuralink, la búsqueda de energía renovable con SolarCity, el internet por satélite con Starlink, pero su auténtica obsesión es SpaceX, que desarrolló los cohetes reusables que algún día llevarán a Musk y a su hijo X a cabalgar por las praderas de Marte. La riqueza de la vida de este protagonista, y la habilidad de Walter Isaacson hace que el libro se lea más como una novela de aventuras que como una biografía.
En su infancia, Elon Musk fue golpeado tan salvajemente por otros niños que solo después de años de operaciones logró recuperarse por completo. Pero no fue el asalto lo que lo traumatizó, sino la reacción de su padre, que en lugar de ofrecerle palabras de apoyo, lo acusó de haber provocado el asalto. La conflictiva relación con su progenitor es, según su biografo, el verdadero origen de su estado de guerra permanente, de su adicción a la crisis.
Isaacson, que ha tenido un amplio acceso, deja en claro que Musk tiene enormes dificultades para establecer relaciones humanas armónicas. En general parece que es un tipo combativo no solo en los negocios, sino con sus mujeres, famosas por ser bellas y salvajes. Justine, su primera esposa, lo describió: "Elon es tenaz y poderoso como un oso. Puede ser divertido y juguetón, puede estar de broma contigo, pero, al final, sigues viéndotelas con un oso".
La actriz Talulah Riley, dos veces esposa suya, cuenta que a pesar de su fama de temerario, sus conflictos eran intensos y él sufría un inmenso dolor psicológico: "Tenía terrores nocturnos, gritaba en sueños y se aferraba a mí. Era espantoso. Yo estaba aterrada y él, desesperado".
Su famoso “modo demoníaco” con el que desconcierta a sus allegados y transforma inminentes fracasos en rotundos éxitos lo han convertido en alguien que parece salido de la febril imaginación de un novelista. Musk fue desde siempre un ávido lector de ciencia ficción y parece claro que su obsesión con el planeta rojo empezó tempranamente, como si con su misión a Marte quisiera regresar a casa y su deseo de fabricar robots humanoides revelase una búsqueda de parentesco. En general Musk es un tipo verdaderamente peculiar que ha logrado superar formidables obstáculos imponiendo a su equipo una determinación similar a la suya. Pero a pesar de sus logros ha cultivado una enorme cantidad de detractores a causa de su temperamento impulsivo y de sus díscolas opiniones. Los logros de este personaje están indudablemente cambiando el mundo, pero su singularidad lo convierte sin duda en un personaje fascinante. Su lema parece ser: "Asume riesgos. Aprende todo haciendo explotar las cosas".
viernes, diciembre 01, 2023
La balada del mono enloquecido
Hace unos pocos miles de años cierta especie de primates experimentó un incidente cognitivo. Olvidaron que eran monos. Negar su condición animal desencadenó una crisis de identidad. De este dilema identitario surgió, en un delirio, la autoconciencia. Esos primates concibieron entonces un mundo singular, profundamente subjetivo: La civilización humana.
lunes, noviembre 27, 2023
El fuerte oleaje de la historia
El verdadero protagonista de Napoleón, la épica histórica dirigida por Ridley Scott, no es el propio Napoleón Bonaparte, sino el destino, ese poderoso oleaje de las fuerzas de la historia que lo empuja hacia adelante. La película es el espectáculo de una fuerza invisible que lo mueve todo: hace caer la cabeza de una mujer orgullosa, agita a las masas anónimas y de pronto surge un hombre, Napoleón, que se alza como solista principal en la gran orquesta del destino.
Este hombre sabe que es humano, que no puede resistir el amor por una mujer tóxica, pero también es plenamente consciente que es algo más que humano: es un gran personaje histórico que tiene una cita con el destino, la obligación de dar una forma prodigiosa a la historia. Asume este papel con una firmeza casi estoica, marchando sin mirar atrás.
Las escenas de las grandes batallas, especialmente la de Austerlitz, son de una terrible belleza. La crudeza de la guerra contrasta con la compostura de Napoleón, quien observa el campo de batalla con frialdad militar, con la mirada un tanto abstracta propia de los acostumbrados a ver panorámicas. Destacan también las sólidas interpretaciones de Joaquin Phoenix en el papel protagónico y Vanessa Kirby como la voluble Josefina. Ambos transmiten muy bien la desenfrenada complejidad de estos personajes históricos.
Sin embargo, la recepción crítica de la película ha sido violentamente contradictoria. Al espectador medio le cuesta empatizar con Napoleón, un personaje tan cerebral, y por eso sale algo desconcertado de la sala de cine. Extraña más drama personal, más acceso a la intimidad del corazón del protagonista.
Las críticas negativas se han centrado en la falta de rigor histórico de la película, olvidando que es esencialmente un film de ficción, una obra que usa las anécdotas al servicio de una propuesta artística. Sin embargo, ciertas críticas se pueden explicar al recordar que en tiempos de Napoleón el principal enemigo de Francia era Inglaterra. Por eso, una superproducción sobre este periodo realizada por el director británico Ridley Scott y protagonizada por el actor estadounidense Joaquin Phoenix ha resultado un bocado algo indigesto para muchos franceses. Especialmente áspera les resulta la decisión de que los soldados franceses griten órdenes y arengas bélicas en inglés. Para la audiencia gala, esto despersonaliza a sus antepasados, les arrebata su idioma, que es tan definitorio de la identidad francesa.
En definitiva, Napoleón es una superproducción magistral desde el punto de vista artístico y visual, que apuesta por una cierta frialdad y distancia emotiva respecto a su complejo protagonista. Ridley Scott se centra en espectacularizar el grandioso choque de fuerzas históricas que lo catapultaron al poder, pero se muestra menos interesado en bucear en su interior. El resultado es épico, pero no íntimo. Su profundidad está no en un humano en particular, sino en eso que mueve a todos los humanos y todo lo que rodea a todos los humanos.
sábado, noviembre 18, 2023
Breve biografía (intento 1002)
¿En qué momento me convertí en humano?
Cierto día se reportó inusual inquietud en la tabla de elementos
Yo estuve flotando en un caos de burbujas
Inmerso en materia de un fogoso matiz anaranjado
Yo era algo buscando afanosamente una forma aceptable de estar vivo
Quizá un tigre
Quizá una rata
Quizá un ave
¿Por qué no un árbol?
Es cierto que ya cargaba con la presión de ecuaciones dolorosamente dibujadas
Pero yo aún no era un humano
(¿Acaso es culpable el pelo que contiene el ADN de un criminal?)
Entonces aquí pregunto
¿Cuándo empecé a imaginar por primera vez que yo soy solo yo?
¿Cuando empecé a ser ese que se dedica a vagar por las tortuosas calles de Arequipa?
Tomado de: EL MOTOR DE COMBUSTIÓN INTERNA. FCE 2018.
Ilustración: Rashid Johnson
viernes, noviembre 17, 2023
lunes, noviembre 13, 2023
Pero incluso los poetas son humanos (parte 2)
Al abrir las páginas del libro de Alonso Ruiz Rosas lo primero que uno se pregunta es en qué era vive este poeta. Pero una de las ventajas de domiciliar en el siglo XXI es que es más fácil hacer recorridos panorámicos por los diferentes ánimos históricos de la civilización humana. Alonso, por ejemplo, hace vuelos rasantes sobre el territorio de Francisco de Quevedo, salta luego a los soleados cenáculos de los poetas latinos, visita el gabinete de algún anglosajón experimental y, ocasionalmente, en un giro radical, hace una visita a la calle donde vivía el cholo Berrocal. Esto está aludido, por ejemplo, en una pieza llamada Umbral, en el que el poeta intenta entrar usando primero una aldaba, luego un interfono, hasta finalmente forzar de un empellón las desgastadas puertas del Olimpo. Pero a pesar de las apariencias, Alonso Ruiz Rosas no es un poeta del siglo XVII, sino alguien con los pies bien puestos en su tiempo. Su poesía tiene todos los rasgos de la vanguardia que floreció la primera mitad del siglo XX, ya que es ecléctica, mezcla registros lingüísticos, es camaleónica, altamente referencial y en ocasiones sufre de disonancia cognitiva. Muchos poemas, además, tienen una estructura teatral, que incluye diálogos, monólogos y efectos dramáticos. Es también visible el conocido interés del poeta por los libros de historia y por la liturgia católica. Sin embargo, uno de los efectos que pone color en su obra es la yuxtaposición lingüística que fusiona en un mismo verso la alta poesía con giros coloquiales extraídos de su infancia arequipeña. Pero quizá lo que lo que primero advertimos al abrir un libro de Alonso Ruiz Rosas es que, a la manera de los juglares, cada página lanza al tímpano atento una saeta empapada en música. Para esa empresa hace uso extensivo del hipérbaton, invirtiendo la posición del sustantivo y del adjetivo, consiguiendo de esa manera romper la monotonía de la estructura del verso. Esa tonada es sin duda una elaboración literaria de su música interior.
Hasta donde alcanza mi entendimiento cuando los poetas escriben poesía tratan de articular esa voz secreta que se hace especialmente audible cuando estamos en las pampas alargadas de la soledad. Por eso es que la poesía de alguna manera revela la dimensión más honda del simple terrestre que escribe. ¿Y dé qué habla Alonso Ruiz Rosas? Pues del amor, de la soledad, de la muerte, de la tristeza y del canto. Nos habla del mundo, de un Estambul que parece Constantinopla, de una pirámide de Egipto, del alargado río Amazonas. Pero principalmente nos habla de ese extraño fenómeno en el que todos estamos embarcados: Vivir, luchar, comer, cantar, amar, irradiar, dormir. En este libro, que reúne toda su obra, hay un hermoso poema en el que el poeta se asombra de ese estado tan intensamente humano que ocupa buena parte de nuestra vida, y que es el que conjuga lo espectacular de los sueños y lo estruendoso de los ronquidos. Pero quizá uno de los temas más logrados es su poética exclamación ante el hecho de que estar vivo es algo repleto de rutinas que encuentran su sentido en sí mismas, y que, en esa medida, son simultáneamente estúpidas y maravillosas. Durante todas estas décadas, densas de aventura, Alonso Ruiz Rosas sin duda ha llegado a la conclusión que el arte de la poesía no es otra cosa que el arte de la fiesta delirante de la vida.
miércoles, noviembre 08, 2023
Pero incluso los poetas son humanos
jueves, noviembre 02, 2023
El primer momento más importante de mi vida
domingo, octubre 29, 2023
Vendrá en las nubes con los ángeles, y todos los ojos lo verán
Ilustración: Dall-e 2
jueves, octubre 26, 2023
La luna y los criminales de la luna
sábado, octubre 21, 2023
Puede que seamos imbéciles pero no somos tontos
Las piedras gigantes permanecen bajo el gran templo del Cusco este precioso día
Mi reloj en este minuto es tan solo exacto
Pero ya nadie pronuncia los siete ángulos de cada palabra
El significado ha adulterado el significado
Acaso ya la piedra tan sobada está tan solo bajo el sol
Y la roca viva yace aturdida entre un de dónde y un a dónde
Y los peruanos deambulamos hoy con la boca repleta de gerundios
Y por ahí circulan interpretaciones desalmadas y sobre amplificadas
Hoy los salvajes innobles y las prostitutas sin corazón acechan no solo en la oscura noche
Hoy somos víctimas de la lenta acumulación de ordinarias pérdidas
Hoy padecemos un episodio de hilaridad siniestra
Y las asociaciones arbitrarias del vocabulario elevan insoportablemente la presión arterial
Y la gente sueña con todo lo que podría haber vivido si todo hubiera sido diferente
Y puede que seamos imbéciles pero no somos tontos
Solo somos solo esos de los dedos torpes que pulsan las cuerdas de la perspectiva
Solo somos solo esos que alegan que hay una decidida falta de respaldo cósmico
Que ni yo te quiero que ni tú te quieres
Que es preciso tener caos dentro de sí para poder generar una estrella danzarina
Que el arquero ha caído derribado
Que los otros son siempre los culpables siempre son los otros
Y que cada día nada y que cada día casi nada
Y que ahora es ya solo el crónico dolor de alguna extinción
Y todo mientras se escucha la balada triunfal de los gimnastas del pesimismo
Mientras los latifundistas del comercio digital y la hipercomunicación nos lanzan contenido
Hoy es la última oportunidad para aprender el Twist
El marxismo es el opio de los intelectuales
Vivir es pasar de un espacio a otro tratando de evitar el agudo golpe en la espinilla
Y más allá los líricos aferrados al poder entonan en el foro
¡Vuela, vuela, ardiente bala!
Aunque hoy el club de las alegres amargadas tiene por lo menos una joven hechicera
Aunque hoy este su humilde servidor cumple hoy setenta años solamente hoy
¿Y entonces qué hacer en esta preciosa tarde tan pisquera?
Hay que imponer por ejemplo una forma a las ruinas a cada una de las ruinas
De lo que decíamos de lo que cantábamos de lo que proclamamos
De lo que esperábamos aquel diciembre en la avenida La Salle
Hay que soplar todas las velas de cada año
Hay que soplar todas las malditas velas
Foto: Stella Maris Barrionuevo
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