jueves, octubre 05, 2017

¡Maldición!

 



El perro ingresó violentamente al tribunal causando pavor. “Hace 20 años un famoso abogado echó una maldición”, recordó alguien, a manera de explicación. El espíritu del jurisconsulto habría renacido con feroz osadía. Un juzgado rabínico ultra ortodoxo que cree en la transmigración condenó entonces al perro a la lapidación. Los verdugos persiguieron al acusado. Sin éxito.

 

Libre como un barco perdido en el mar

Durante la segunda mitad del siglo XX, Per Tangvald navegó los océanos como si fueran extensiones naturales de su alma. Los conocía con la f...