sábado, octubre 21, 2017

Claro de luna




Alce la nariz y miré como se expandía la noche sobre mi cabeza. El cielo con todas sus estrellas y  todas sus lunas y todos sus trozos de material radioactivo. Observé como lo inmenso se encogía y estallaba contra la superficie de mi frente.

Ilustración: F. K.

El efecto misterioso de la violencia de Dios

  Con la llegada de Cristóbal Colón se restaron cincuenta y seis millones de individuos al planeta Tierra. Los abandonados campos de cultivo...