martes, junio 16, 2009
Los bifocales de Woody
Woody Allen es quizá el único director-artista que puede permitirse una película cada año. Varias de las últimas son prescindibles, pero es un error tratar de enterrarlo prematuramente porque este funny little man es demasiado ágil, y siempre se las ha arreglado para conferir dignidad a su arte menor. Uno de sus numerosos alter egos dijo: “Debajo de esos gruesos lentes bifocales asoma la energía sexual de un gato de la selva”. Y justo esa incongruencia es el motor de su obra. Un IQ elevado suplementando una arrechura imperativa. Esto también lo ha convertido en un conspicuo cazador de chicas especiales, esas cuyo talento es intrínseco a una rara belleza. La peculiaridad de sus amantes reales e imaginarias es impresionante. Su última película Whatever Works, que ya se estrena, ha causado cierta expectativa. Es un retorno a Manhattan, su hábitat natural, y también al tema del neurótico urbano acalambrado por Eros y Tánatos. La casi adolescente seleccionada para la polémica experiencia de calentar los huesos del dirty old man es Evan Rachel Wood, una excelente actriz que también conjuga una incoherencia: doméstica perfección unida a sustancia indocumentada.
Ilustración: Evan Rachel Wood. El texto del tatuaje:"All that we see or seem is but a dream within a dream." de Edgar Allan Poe.
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