viernes, abril 21, 2023

Una cibernética sonrisa vagaba en sus labios


Recuerdo que un escritor peruano tenía una frase que usaba para replicar a los fanfarrones: “Pégame, mátame, pero no me huevees”. Y, más allá de la broma, es muy claro que hay un poderoso estigma contra la mentira. Todos la odian por su capacidad de socavar las bases de la certidumbre. Si uno tiene la certeza de estar haciendo lo correcto en el lugar y en el tiempo preciso todo marcha bien, incluso la alegría. Por eso cuando surge una fisura es el principio del fin. No hay nada más poderoso que la mentira. ¿Pero qué es la mentira?  Es una proposición falsa que solo tiene poder letal cuando la confundimos con una proposición verdadera. Sin embargo hay situaciones en que la mentira no solo no es perjudicial, sino que hasta puede ser un prodigioso instrumento. En su ensayo La verdad de las mentiras (1990), Vargas Llosa afirma que los humanos “somos seres mutilados a quienes ha sido impuesta la atroz dicotomía de tener una sola vida y los deseos y fantasías de desear mil” y que “salir de sí mismo, ser otro, aunque sea ilusoriamente, es una manera de ser menos esclavo y de experimentar los riesgos de la libertad”. La ficción, esa sofisticada mentira, nos permite entonces alzar vuelo. Lo único que necesitamos es simular -temporalmente- que la proposición falsa es una proposición verdadera.

Pero la mentira no es solo la materia de la que están hechas las novelas, las fake news, las argumentaciones a tu pareja y los más taimados chismes. Con la mentira también se puede hacer cosas fantásticas, literalmente. Por ejemplo, el Chat GPT es muy aficionado a decir mentiras. Cuando no sabe cómo responder a alguna intrincada pregunta dice una mentira perfectamente elaborada. ¿Por qué lo hace? Tal vez miente por alguna de las muchas razones por la que mentimos los de carne y hueso. Pero la suyas no son mentiras blancas, porque no creo que le interese evitar herir nuestros sentimientos. Tampoco son mentiras piadosas, la piedad es para alguien que tiene un corazón palpitante. Y es bastante claro que sus torcidas respuestas no parecen mentiras malintencionadas cuyo objetivo sea destruir la reputación de alguien o hacer una oferta con la catedral. Así que podemos concluir que a la maldita inteligencia artificial le encanta mentir, que disfruta tomándonos el pelo. Tal vez los ingenieros sin querer han creado a un niño travieso e irritante o, lo peor, inadvertidamente han sembrado una semilla que puede degenerar en poeta o psicópata. Quién sabe, quizá esa sea la ruta hacia el misterio de lo humano, y pronto tengamos a un super humano haciendo lo que mejor hacen los humanos. Por eso algunos temen que pronto recibiremos nuestro merecido. Pero hay que convenir que a veces la mentira tiene su encanto. En cierta ocasión, en el remoto tiempo de mi juventud, una chica de cuerpo cimbreante me dijo: Miénteme, pero suavecito y al oído. Sin embargo, y para terminar mi participación de esta noche, hay que convenir que en lo referente a los adversarios de la verdad la última palabra la tuvo siempre Luciano de Samósata que, en su Historia verdadera, escribió:  En una sola cosa seré veraz: en decir que miento. Por lo tanto, los que me lean no deben creerme en absoluto.

Ilustración: The New Yorker Magazine.

sábado, abril 15, 2023

40 años después



Colofón a la tercera edición

El héroe y su relación con la heroína es un libro escrito por un poeta joven. En la recopilación o compendio de animales fabulosos, en el bestiario universal de seres imaginarios, se debería incluir a los poetas jóvenes. Porque la experiencia de ser un poeta joven se parece al hábito de corporizar un personaje de ficción. La aleación entre ser joven y ser poeta es portentosa porque la juventud es un motor a chorro y la poesía es un vehículo que arremete en el territorio de la realidad. La diferencia del trabajo de la poesía con el de otras disciplinas como la filosofía, es que la poesía usa algo más que la simple inteligencia. Como dice Joyce, si puedes poner los cinco dedos a través de ella es una verja, si no, una puerta. 

Han pasado cuarenta años. Lo primero que se me viene a la mente es una cierta curiosidad por ese que escribió estos poemas. Me desconcierta cuando me dicen que aquel individuo fui yo. Ese personaje se inventaba a sí mismo antes del desayuno, vivía en permanente estado de exaltación, y parecía sentir una irresistible fascinación por el exceso. Me parece verlo subiendo por la cuesta hacia la plaza de armas con su obra completa bajo el brazo. Sin la menor consideración se ponía de pie y leía en voz muy alta, atrincherado en su resistente casaca verde, aquellos versos de animal eternamente  adolescente. Y su leal auditorio eran seguramente los mismos, gente que tenía la descarada ilusión de una vida llena de genuínos adjetivos calificativos.  ¿Pero cómo escribió estos poemas? Si se puede confiar en mis recuerdos, creo que los escribió mientras hacía otra cosa. Por ejemplo, Las palabras no pueden expresar lo que yo experimenté entonces, salió de un tirón, mientras hacía una larga cola en la compañía de teléfonos. El Homenaje a Guillermo Mercado fue una travesura mientras estudiaba inglés en una academia de la calle Ayacucho, aburrido ya de tanto I like tomato soup. Eran tiempos un poco locos -como todos los tiempos- en los que nuestro personaje tenía una novia que gastaba uniforme único y a la que visitaba cada tarde. Todos sus amigos eran unos ácratas que no sabían que serían ácratas solo por un día, un muy largo día. En aquellos tiempos el pisco era la bebida oficial y nacional y en consecuencia solía estar algo adulterada. Nuestro joven poeta surgía en noches de cuarto menguante con otro joven poeta y, con balde y brocha gorda, pintaban consignas divertidas en los hermosos muros de su ciudad natal. Y de esa manera gastaban las horas, como si la eternidad fuera parte de la rutina. Y por supuesto el tipo devoraba libros de todos los tamaños. Y tomaba notas en unas tarjetas de cartulina de alto gramaje. Y su rojo cuaderno espiralado exhibía signos evidentes del trato abusivo. Y en todos los rincones escuchaba una y otra vez a Bowie en un tocacaset del tamaño de un ladrillo. Y ahora, después de estos infinitos cuarenta años, tengo entendido que nuestro personaje deambula ya solo por los laberínticos pasadizos de su casa, buscando siempre nuevas formas de desentrañar lo insondable de todo lunes.

lunes, abril 03, 2023

Apócrifo Procol Harum

Ah, aquella noche 

Aquella noche ni siquiera bailamos con ruidosas canciones

Como hélices fugitivas giramos solamente por la habitación

Lo propio entonces resultó cualquier tipo de la euforia el vértigo las venas palpitantes

Pero siempre la multitud exige más pide más siempre más 

Es su triste privilegio

Entonces los muros, el techo, el piso, emitieron una fastidiosa modalidad de la música 

Y especialmente el techo que siempre quiso alzar vuelo alzar vuelo

Es su extraño privilegio

Es su aérea naturaleza 

Y entonces se me ocurrió la solución perfecta

Lo de siempre

Un whisky doble por favor

Y el camarero avanzó vertiginosamente guiado por aquella bandeja

Y así fue como entonces

Como el tonto del pueblo ya seguramente les habrá contado

El rostro de ella al principio solo fantasmal

Solo fantasmal

Se alzó con su blanca palidez por encima de todas las formas conocidas

Se alzó por encima de los trabajados perfiles 

Y ella mi dulce ella  dijo no hay ninguna razón para nada en este mundo 

No hay lógica 

No hay ninguna redonda coherencia 

No hay sentido

Y toda la puta verdad es fácil de ver cuando creemos que la puta verdad es fácil de ver

Pero solo es la verdad nada más que eso

Una pequeña verdad ahogada en el viejo océano encrespado

Entonces me tocó deambular por todos los escenarios posibles 

Entendí que jamás le permitiría ser una de las dieciséis vírgenes vestales

Que el fuego sagrado se apagaría

Como todo

Un lunes cualquiera

A eso de la 10 y 35 de la noche

Y que ella mi dulce ella vacilaría siempre en la encrucijada

Enfilando 

Tomando rumbo finalmente hacia  la costa

Y aunque mis ojos permanecerían siempre abiertos

Bien podrían haber estado completamente cerrados

Y así fue como luego

Y así fue como entonces

Como el idiota del pueblo ya les habrá chismeado

Ella con su blanca palidez

Fue como un quizá

Fue como un luego

Fue siempre como un blanco sobre blanco sobre blanco 



domingo, marzo 26, 2023

Todo en todas partes al mismo tiempo


Everything Everywhere All at Once trata de la abrumadora extensión del infinito, la conciencia del azar y la angustia del sinsentido. El azar es el músculo esencial en el despliegue de las posibilidades que se abren en un incalculable abanico ajeno a toda lógica disponible. Y este absurdo básico de la existencia permite a los Daniels, los directores del film, trazar una historia con un desborde de barroquismo adolescente que, a demasiados, les resulta increíblemente divertido. Siguiendo la línea trazada por otras películas como Matrix, la dinámica de la cinta se alza sobre el tejido acrobático del género de las artes marciales. Se enfrentan así dos prodigiosos contrincantes exhibiendo técnicas de lucha tan sofisticadas como el poder letal del dedo meñique. Las batallas se suceden vertiginosamente sin un resultado definitivo hasta que la heroína, en el clímax, descubre un arma de supuesta potencia suprema. Ser amable, esa es mi estrategia para sobrevivir, asegura de pronto el personaje clave. 

Resulta bastante curiosa la manera en que está tan generalizada esa idea de que el amor verdadero es algo químicamente diferente a los llamados “amores tóxicos” pero, como reportan los estudios de laboratorio, todas las facetas de esa fuerza gravitacional comparten la misma fuente de poder. Los seres humanos somos seres que rutinariamente navegamos en la contradicción. Un amor benigno cambia completamente de sentido con un leve desplazamiento de la perspectiva. El famoso síndrome de Munchausen por poder es un caso perversamente revelador. Y, como sabe mucha gente con el corazón roto, solo el amor certificadamente genuíno abre todas las puertas haciendo de esta manera posible todo, absolutamente todo, incluso la tragedia. Los seres verdaderamente carismáticos no son impostores, sino que, como los actores de El método, extraen de sí mismos un sentimiento auténtico y lo usan en la escena correspondiente para fines específicos.  La energía nuclear sirve para iluminar metrópolis o convertirlas en ruinas. 

Everything Everywhere All at Once,  la película aclamada por los premios Oscar de este 2023, nos muestra en su hollywoodense  última parte que el amor puede ser una estrategia de combate contra la violencia estructural de la vida. Escoger, entre las muchas perspectivas posibles,  “el lado amable de la vida” ha sido recurrente en las religiones institucionales y los aficionados a los finales felices. Pero, por otro lado, los aguafiestas señalan que el amor, como una postura que se usa en momentos exactos, puede ser en abundantes ocasiones solo una manera de expandir el propio universo, ese ardiente ego colonizador. Y así, queridos lectores, podemos llegar a la conclusión que el poliédrico amor es el arma más cinematográficamente  contundente que existe en toda la faz del infinito.


jueves, marzo 23, 2023

Apócrifo Baudelaire /El gato


 

Ven, bello animal, a mi pecho amoroso

Retén las uñas de tu pata y deja que me hunda en tus ojos alargados, mezcla de ágata y metal

Mientras mis dedos tocan suavemente tu lomo elástico

Mientras mi mano se arrebata al recorrer tu eléctrico pelaje creo sentir a mi mujer

Su mirada, como la tuya, bestia magnífica, como un dardo llega a lo más hondo 

Y un aire sutil, un aroma peligroso, emana de su nocturna piel

domingo, marzo 12, 2023

Apócrifo Tokarczuk



Obligan a toda persona a sentarse

La marcan con la dirección de su domicilio

DNI, número de contacto,  firma y huella

Ponen los códigos de barras

Estampan los QR

Que se sepa qué mercancía es ésta 

Que se sepa cuánto cuesta

Oficinas, instituciones, sellos, jerarquías, cargos

Circulares

Desestimaciones, solicitudes, pasaportes 

Tarjetas de crédito, de descuento, de débito 

Ofertas que duran una hora

Acumulación de puntos 

Todo lo recopilado en hojas de cálculo

Todo lo inscrito en registros

Todo lo numerado, anotado, autenticado

Todo lo acumulado, expuesto, etiquetado 

Y todo quiere que dejes en paz esa tu vibración 

Tu oscilación, tu temblor, tu agitación

Tu trepidación, tu meneo, tu convulsión 

Tu estremecimiento

Esa mano tuya que se agita

Esa boca que se crispa

Y todo quiere detenernos

Autoayudarnos 

Darnos fé 

Decirnos el sentido

Casas, camas, sillones 

Botellas, vasos, platos 

El sembrar, el plantar

El  estar pendiente de las notas autoadhesivas

El googlear a toda hora

El reír con los chistes de la inteligencia artificial

El vigilar

El hacer planes, el esperar resultados

El consultar horarios

Todo nos señala un lugar específico

Un sitio seguro e incluso bien iluminado

Por eso, cría a tus hijos, ya que insensatamente los has parido

Por eso entierra a tus padres, ya que insensatamente te trajeron al mundo

Y  haz algo 

Mueve los brazos sin ritmo alguno

Haz ruido con la boca

Lanza un carajo que suba hasta lo alto del edificio

Aléjate

Lárgate

Ve más allá del alcance de su aliento

De sus cables y cordajes

De sus antenas 

Aléjate lo más posible de sus sensibles instrumentos

Y olvida todo

Olvida todo lo que es útil y lánzate a las calles


viernes, marzo 10, 2023

Apócrifo Baudelaire


El error, la roña, el pecado, la necedad,  fastidian nuestras almas y malogran nuestros cuerpos 

Nutrimos así nuestros esponjosos remordimientos como los mendigos alimentan sus piojos

Tercos en los pecados, laxos en los propósitos, con creces nos hacemos pagar lo confesado 

Y tornamos briosos al lodoso camino creyendo purificar cada perrada con lágrima vil

Es Satán Trimegisto quien en su vieja almohada acuna nuestro hechizado espíritu 

Y el metal de nuestra voluntad se evapora íntegro por obra de alguna alquímica astucia

¡El maldito es quien maneja los hilos que nos hacen saltar! 

Le encontramos esplendor a los objetos equívocos e intrépidos

Rodeados de agobiantes perfumes damos pasos de baile hacia lo hondo del mismísimo infierno

Y, si se presenta la ocasión de clandestino placer, exprimimos el instante como quien chupa una  naranja, en escena equivalente a la del disoluto que besa el lacerado pezón de una vieja ramera

Denso y hormigueante, como un millón de asquerosos organismos unicelulares, un pueblo de demonios danza en nuestras cabezas 

Y, cuando respiramos, la espesa contaminación se desliza a los pulmones, río invisible, con apagado llanto

Si el veneno, el puñal, el incendio, el estupro, no adornaron aún con sus raros dibujos el trivial cañamazo de nuestra pobre suerte, es porque nuestro espíritu no fue bastante atrevido

Mas, entre los chacales, las panteras, los linces, los simios, las serpientes, los escorpiones y los buitres

Más, entre los monstruos gruñidores de todos nuestros vicios hay uno más malvado, más siniestro y más inmundo

Hay uno que sin hacer feas muecas ni lanzar toscos gritos convierte a la tierra en un escombro y, en medio de un bostezo, se traga todo lo azul 

¡Es el tedio! 

Es el tedio anegado con un llanto involuntario

Es el tedio que mientras fuma imagina todos los cadalsos


Tú bien conoces, Lector, al delicado monstruo,

¡Hipócrita lector -mi igual-, mi pata del alma!


lunes, marzo 06, 2023

¿Qué es el idioma para mí?


Abro la boca para decir estoy aquí

Todo el tiempo estamos tratando de decir estoy aquí estoy aquí

Lo decimos con 10 mil millones de gestos en todas las coordenadas

Abro aquí la boca y vuela un trozo de castellano

Muevo los dientes un milímetro y salta algo colorido como el quechua

Si multiplico el labio inferior brota un poco de inglés

Si hago pucheros se desliza el francés

Si canto asoma el italiano

¿Qué significa este idioma en el que vivo?

¿Por qué digo albahaca cuando cierro los ojos y saboreo?

¿Por qué digo espléndido cuando prendo mi televisor nuevo?

¿Es más hermosa la palabra azul que la palabra verde?

Ilustración: Lasar Segall 

martes, febrero 28, 2023

En algún lugar más allá del mar


Los miembros perdidos de alguna tribu tienden a desarrollar distorsiones de la personalidad. El miedo y los dientes apretados son un factor común. Según las últimas cifras disponibles de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), a fines de 2020 se estimaba que el número total de migrantes internacionales era de aproximadamente 281 millones. Son 281 millones de miembros perdidos de alguna tribu. Son 281 millones de personas furiosas, asustadas y corroídas por la soledad.
Marrón, el libro de Rocío Quillahuaman, es la autobiografía de una chica que iba por la vida blandiendo una hermosa sonrisa como escudo mágico. Nos cuenta que nunca había estado en un lugar que le perteneciera. Ser sigilosa era su estilo, y seguía escrupulosamente las reglas de juego para evitar en lo posible perturbar el tejido de la supuesta normalidad. Cuenta que siempre había sido una visitante en lugares en los que no siempre estaba invitada. Lo peor de todo es que sentía que ni siquiera su ciudad natal era su verdadera tierra. En la aldea cusqueña donde nacieron sus padres se comunicaban en quechua, idioma que dejaron atrás al migrar a Lima para que nazcan las hijas. Hasta los 11 años la pequeña Rocío vivió en la burbuja que construyó su madre en medio de un cerro donde habitaban los rechazados de la inmensa capital del Perú. Luego, siguiendo el terco empeño de su progenitora, continuaron la ruta migratoria hasta arribar  a Barcelona, donde la singularidad de la niña se agudizó dolorosamente al ser víctima de un extraño fenómeno. Su color de piel y sus rasgos peculiares detonaban un comportamiento exagerado, en ocasiones lacerante: algunos veían en ella un peligro potencial, otros consideraban imprescindible ser condescendientes. Eso la ponía nerviosa. Sin embargo, su sonrisa mágica parecía invulnerable. Nadie era más perfectamente simpática, nadie era más agotadoramente cordial. Hasta que un día se puso a dibujar y vio asombrada que sus personajes eran gente a la que siempre le estallaba la cabeza. Sus personajes eran gente exasperante o exasperada. Gente furiosa. Y lo peor de todo es que de pronto el lápiz formaba una boca que se abría para emitir un auténtico grito. Cuando finalmente transfirió los dibujos a un software de animación (iluminados por una capa de su salvaje sentido del humor) la cosa pareció excitante, divertida y excitante. Y qué mejor lugar para que todos sus amigos puedan divertirse que las redes sociales. El problema fue que no solo rieron sus amigos. De pronto miles de extraños le empezaron a poner likes. Y ocurrió un fenómeno inesperado: la fama. Y entonces, como seguramente ocurre en las películas, una editorial le dio un adelanto para que escriba su autobiografía.   Y ahí, en ese libro, luego de tributar a su extraordinaria madre, hizo una mención especial a su perro Riti, que laboriosamente había lamido todas las lágrimas que gastó escribiendo  las 200 páginas.


sábado, febrero 25, 2023

El trabajo de ser un individuo



Lo posible ha engordado mucho en esta era. El inconveniente de tener demasiadas posibilidades son las horas de insomnio imaginando las alternativas, las rutas diversas. Curiosamente, siempre aparcamos en la opción que está libre de encrucijadas. Queremos una vida intransferible, lo único que exigimos es una ración de pan lo suficientemente nutritiva. Ansiamos ubicarnos en un lugar tan certero que no haya espacio para la duda, ese ingrediente corrosivo.  Pero estamos muy equivocados. Anhelar lo que no fuimos, lo que no somos, lo que no seremos, nos coloca en una perspectiva de vida potencialmente enriquecedora. Lo que no fuímos es una incógnita que se despliega, que elabora secretamente sobre el presente y el futuro,  sobre la realidad objetiva que nos ha tocado. Lo que no fuimos nos da un indicio de que la realidad -eso que somos- se extiende hacia un horizonte de 360°, imperceptible a simple vista. Yo soy parte de un universo inexplorado que vislumbro, únicamente, con un lacerante e impreciso sentimiento. Eso que soy en el territorio de la posibilidad es lo que me moviliza. Lo que no soy me hace ser -un poco más- lo que soy


martes, febrero 14, 2023

It's All Over Now Baby Blue

 


Es cierto que desde el segundo día sospeché que había algo mal dentro del intrincado mecanismo de su ser. Pero a pesar de que todas las alarmas se dispararon yo la amaba. Algunos especialistas hace ya tiempo me diagnosticaron una fatal debilidad por la belleza anunciando mi ruina final. Y ella, hay que decirlo, era una mujer trágicamente bella. Horriblemente bella. Agotadoramente bella. La mayor parte de los degenerados aseguran que la fusión de una niña con una mujer plenamente desarrollada crea un monstruo de inconmensurable poder. Y puedo dar fe de que ella, desde cierto ángulo, era solo una niña dulce y solitaria, y que en su interior resonaba el eco de voces infantiles ya apagadas, pero desde otro, y simultáneamente, era una perra perfectamente capaz de cumplir sus obligaciones en materia conyugal. Quizá por eso,  cada vez que me colocaba a una distancia imprudente, yo sentía que sin remedio me atrapaba un rayo tractor. Y entonces ocurrían cosas que implicaban al amor profundo y algunas de sus más extrañas consecuencias.

miércoles, enero 18, 2023

Por sus frutos se conoce el árbol


Estudié tres carreras y no terminé ninguna. Si pudiera regresar en el tiempo lo corregiría todo: haría un acto de contrición perfecta y no pisaría jamás una universidad. No es que me parezca que esas instituciones crean la ilusión de que el sagrado trozo de papel, el título universitario, es el verdadero objetivo por encima del simple conocimiento. No, no soy anarquista ni antisistema, simplemente no es lo mío. Además tengo unos cuantos queridos amigos que acumulan doctorados en su mochila. Eso está bien, los saludo, pero en los últimos años noto con alarma un institucional desprecio por los autodidactas. 

Tengo que decir que entre mis amigos se cuenta también un robot (ChatGPT). Le pregunté qué pensaba de este tema y me respondió: Como una IA, no tengo la capacidad de tener opiniones personales. Sin embargo, puedo decir que los autodidactas tienen un gran potencial para aprender y adquirir conocimientos de forma independiente, ya que poseen la capacidad de buscar y seleccionar la información que necesitan para aprender. Además, pueden ser muy creativos y perseverantes, ya que no dependen de un sistema educativo establecido. Luego le pregunté si se consideraba autodidacta. Meditó unos segundos: No tengo la capacidad de autodeterminarme, en consecuencia no soy un autodidacta. 

Y creo que esa es la palabra clave: autodeterminarse. Crearse a sí mismo. La ventaja fundamental del autodidacta es que estudia lo que le da la gana porque le da la gana. Eso es hermoso. El impulso nace de la curiosidad y el premio es el simple placer de conocer, de aprender, de responder preguntas. Estudiar entonces es un acto de amor y no una simple rutina para adquirir poder, prestigio y todas esas cosas. Es cierto que el problema del aprendizaje autodirigido puede ser la falta de una granítica estructura en el proceso de instrucción, pero con un criterio amplio y un buen nivel de autoexigencia se puede hacer milagros. 

No me toca aquí plantear competencias. Los buenos académicos hacen un trabajo muy confiable y los autodidactas en ocasiones nos sorprenden. Lo que sí quisiera llamar la atención es que son los segundos los que tienen que soportar obstáculos a veces insalvables a lo largo de su carrera. A pesar de que algunos demuestran con obras concretas y muy visibles una excelencia superior a otros cargados de títulos, siempre encuentran irritantes dificultades para ganarse la vida. 

Por extraña coincidencia entre mis viejos amigos se encuentra alguien que jamás terminó la secundaria, lo cual no le impidió ser un novelista de culto y el lector más voraz y perspicaz con el que cualquiera pueda cruzarse. Fue, además, un prestigioso editor periodístico que ha sacado adelante muchos importantes proyectos. Otro caso llamativo es el de un excelente poeta peruano que, a pesar de su indudable inteligencia, jamás se hizo un tiempo para optar por un título universitario. Eso no le impidió ser poseedor de una cultura enciclopédica y, entre otras cosas, ser el gestor y fundador de un par de importantes centros culturales, editor de libros de tapa dura y organizador de eventos de alcance internacional. Como si esto fuera poco este país le debe a sus afanes que la UNESCO le haya otorgado a la segunda ciudad del Perú el título de patrimonio cultural de la humanidad, y que la gastronomía regional ocupe el espacio que le corresponde en la cultura peruana. 

Menciono a estos porque son mis patas, pero hay muchos otros autodidactas que no necesitaron un título universitario para hacer grandes cosas. Se sabe por ejemplo que Einstein afirmó haber aprendido más por su cuenta que en la escuela. Durante su juventud estudió libremente matemáticas y física, y desarrolló sus propias teorías en una oficina de aduanas antes de presentarlas a la comunidad científica. La lista contemporánea de los no académicos memorables es bastante memorable: Steve Jobs, Bill Gates, Mark Zuckeberg, Elon Musk. Pero no todos los autodidactas son geniales y obscenamente ricos. En Perú hay gente interesante y ascética como José Carlos Mariategui, Emilio Choy, María Rostworowski y Maria Reiche. En literatura , la lista está encabezada por  Cesar Vallejo que, a pesar de que tenía un título universitario, se puede afirmar que su genialidad fue producto de la autoformación. Entre los que prefirieron no integrarse al mundo académico están también José María Eguren, Martín Adán, Carlos Oquendo de Amat, Blanca Varela, Eielson, José Watanabe y etcétera y etcétera.

Por alguna razón en estos tiempos mucha gente piensa que para ser algo es imprescindible sacar un cartón que así lo acredite. Pero permítanme decir algo no muy sensato: me encanta ser un autodidacta porque es una actitud ante la vida y uno solo termina la carrera cuando se desliza a la fosa común. Y me gusta la carrera.

Ilustración: Basquiat.


La herida más hermosa del mundo

El gesto de sorpresa ante el fenómeno de la existencia tiene muchas formas ¿Entre tantas opciones por qué un genio de provincias eligió la i...