martes, septiembre 12, 2023

Retrato del más trágico escritor mexicano


Jorge Cuesta se aplicaba dosis de ácido tartárico y hasta ergotina

Su frente amplia y su mentón adelantado no tenían deuda con nadie 

Su cárcel molecular había sido abolida

La maldición de la inteligencia y el microscopio se daban cita en Jorge Cuesta

Irradiaba como el radium 

Este escritor se hacía presente porque peligrosamente irradiaba como el radium

Era además ventrílocuo de sí mismo 

Nunca se sabía de dónde venía esa voz

Caminaba con la medida matemática de un compás 

Caminaba sin doblar las rodillas

Caminaba acarreando células que no encajaban 

Jorge Cuesta había sido fabricado con una industrial cantidad de tristeza petrificada 

Y cosa extraña

Justo al atardecer el peso de su cráneo pesaba más que su pobre cráneo mexicano


Los últimos 10 años

No sé muy bien que he hecho en los últimos diez años Lo que sí tengo claro es lo que no hice No he ganado una suma exorbitante en la loterí...