miércoles, noviembre 07, 2012


Lo único que soporta el (clásico) compromiso de “hasta que la muerte los separe” es el (clásico) amor a sí mismo.
Ilustración: Guy Denning.

Libre como un barco perdido en el mar

Durante la segunda mitad del siglo XX, Per Tangvald navegó los océanos como si fueran extensiones naturales de su alma. Los conocía con la f...