El de Edipo es un mito claustrofóbico. Freud, con su tendencia a esquivar lo obvio,
lo convirtió en una especie de pecado original, pero hay allí un escenario que apunta
a la tensión existente entre el libre albedrío y la fuerza gravitacional del
destino. La fuerza concéntrica que nos impulsa a regresar al lugar donde
empezamos (a repetir un patrón de movimiento) solo puede ser alterada por una
violencia, por la acción de fuerzas excéntricas del albedrío. Dentro del
esquema del mito de Edipo la capacidad de tomar decisiones es parte de trama y
tono. Sin el ejercicio de la libertad Edipo no podría alcanzar la dimensión
trágica de su destino. Esa es la paradoja que hace que este mito sea tan
profundamente ilustrativo (de lo humano).
jueves, septiembre 06, 2012
El efecto misterioso de la violencia de Dios
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