Echemos abajo la estación del tren
el carácter destructivo tiene la conciencia del
hombre histórico.
Walter
Benjamin
el destructor conoce una actividad:
despejar
el destructor perfecciona una consigna:
hacer sitio
su urgencia de aire fresco es más fuerte
que (todo) su odio
el destructor es atrevido y eufórico porque
demoler rejuvenece
demoler aparta las huellas (de lo
establecido)
y alegra
porque demoler implica arrancar toda una
raíz
(limpiar)
implica un purificación (incluso de sí
mismo)
el personaje destructivo se cree siempre
original
los mandatos de algo primigenio guían
sus pasos
(siempre es radiante medianoche en el
jardín del destructor)
(nada es tan simple como cuando se alza
la convicción de demoler)
el carácter destructivo tiene pocas
necesidades
el carácter destructivo es una señal
responde las preguntas (¿quién ocupará
el espacio vacío?) con frases furiosamente planas
y así como un punto trigonométrico está
expuesto a los 4 vientos el maldito carácter destructivo está expuesto a las
habladurías
pero al destructor no le interesa (para
nada) la opinión ajena
está iluminado: ve autopistas por
doquier
hace escombros de lo existente (porque cree
que por ahí pasa un resplandeciente callejón)
lo que explica el carácter del carácter
destructivo es que siente que la vida no es bella
lo que explica el carácter del carácter
destructivo es que (paradójicamente) le resulta imposible entender la belleza
del suicidio
(solo eso)