sábado, noviembre 22, 2014

Echemos abajo la estación del tren



el carácter destructivo tiene la conciencia del hombre histórico.
Walter Benjamin


el destructor conoce una actividad: despejar
el destructor perfecciona una consigna: hacer sitio
su urgencia de aire fresco es más fuerte que (todo) su odio
el destructor es atrevido y eufórico porque demoler rejuvenece
demoler aparta las huellas (de lo establecido)
y alegra
porque demoler implica arrancar toda una raíz
(limpiar)
implica un purificación (incluso de sí mismo)

el personaje destructivo se cree siempre original
los mandatos de algo primigenio guían sus pasos
(siempre es radiante medianoche en el jardín del destructor)
(nada es tan simple como cuando se alza la convicción de demoler)

el carácter destructivo tiene pocas necesidades
el carácter destructivo es una señal
responde las preguntas (¿quién ocupará el espacio vacío?) con frases furiosamente planas
y así como un punto trigonométrico está expuesto a los 4 vientos el maldito carácter destructivo está expuesto a las habladurías
pero al destructor no le interesa (para nada) la opinión ajena
está iluminado: ve autopistas por doquier
hace escombros de lo existente (porque cree que por ahí pasa un resplandeciente callejón)
lo que explica el carácter del carácter destructivo es que siente que la vida no es bella
lo que explica el carácter del carácter destructivo es que (paradójicamente) le resulta imposible entender la belleza del suicidio

(solo eso)

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