viernes, diciembre 14, 2012



En las entrevistas uno siempre termina diciendo cosas que nunca dijo. Supongo que se debe a que las entrevistas también pertenecen a la ficción. El entrevistado tiene en mente una imagen de sí mismo que quiere hacer pasar por la verdadera imagen de sí mismo. El entrevistador tiene una imagen del entrevistado que debe obligatoriamente tener algunos atributos de valor periodístico. En esa confrontación surge una deformación inevitable. Pero quien sabe, en realidad tal vez somos esa horrible distorsión.
Ilustración: Guy Denning

Libre como un barco perdido en el mar

Durante la segunda mitad del siglo XX, Per Tangvald navegó los océanos como si fueran extensiones naturales de su alma. Los conocía con la f...