Cuando uno es muy joven
está atento, casi ansioso, ante la crítica. Cuando uno es un joven escritor la
crítica puede servir para orientarlo en su evolución creativa. Pero cuando uno
ha recorrido buena parte del camino la crítica ya solo sirve para fomentar la
vanidad o la amargura. Y esas son dos cosas esencialmente destructivas.
viernes, diciembre 07, 2012
Los terribles otros
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