¿Es el lunes un día obligatorio?
Vibra la Vía Láctea
Vibra la República del Perú
Vibran las lomas del desierto de Arequipa mientras yo aquí existo
Aturdido por cualquier impulso
Por el reflejo condicionado
Por la montaña de los clásicos
Y es así como alzo las puntiagudas orejas para captar qué me separa
de los siete pronombres personales
Qué me escinde
Y en ocasiones un repentino destello deja mi identidad en vilo
Me arrastra la disciplina de no sufrir compañía
Me sumerge
Me convierte en un ente abstracto
Estar callado me proyecta hacia el espacio exterior, hacia algún
vacío de inquietante luminosidad
Y cuando estoy todo, tan absolutamente todo, soy testigo del primer
giro de la Tierra
Soy el testigo de algo ardiendo en el siempre, en el incesantemente,
en el allá, en el por allá
Esa contemplación me induce a entender mi destino personal como
una zozobra en lo inabarcable
Esa contemplación me induce a temer todo lo que no es posible
dominar
Y desde mi agotadora discontinuidad resulta impracticable capturar
lo tan continuo
Como aquella línea que hacia la esquina se curva y se pierde
¿Es el lunes un día
obligatorio?
Y entonces
Aquí
Yo aquí parloteo sobre un no tiempo que valientemente existe en
alguna parte de mi frente
Mientras la fiebre me inflama
Mientras la enfermedad me obliga a fluir en cualquier incauto
acontecer
Todo justo antes de monologar de emitir de exhalar
Todo justo antes de emprender la misteriosa carpintería de este
lunes