lunes, septiembre 25, 2017

Carta del reverendo Vicente “Dogson” Hidalgo




Hacía calor
La tinta se evaporó en una gran nube negra
Tuve que hacer llamadas perentorias
Pronto llegaron regimientos de ingeniería y agitaron los abanicos
Casi inmediatamente empezó a refrescar
Y entonces llovió sobre el tintero

Por eso ahora puedo escribirte esta carta de amor

Los terribles otros

  Todos creemos que nadie nos conoce mejor que nosotros mismos. En algunos aspectos, tal vez, pero en lo físico nadie nos conoce peor que no...