Carta del reverendo Vicente “Dogson” Hidalgo
Hacía calor
La tinta se evaporó en una gran nube negra
Tuve que hacer llamadas perentorias
Pronto llegaron regimientos de ingeniería y agitaron los
abanicos
Casi inmediatamente empezó a refrescar
Y entonces llovió sobre el tintero
Por eso ahora puedo escribirte esta carta de amor