To bob or not to bob
Lo más interesante del premio nobel de literatura 2016 es la polémica desatada. ¿Es un sacrilegio el reconocimiento de que la música popular puede estar al mismo nivel que la literatura sofisticada? ¿Bob Dylan no necesita el Nobel y perdemos una oportunidad de valorar la ahora tan poco frecuentada poesía escrita? ¿La academia sueca hace estallar el encasillamiento tradicional porque los tiempos están cambiando? ¿Es esta la consagración de la vuelta a los orígenes populares y el principio del fin del elitismo? ¿Es este también un signo del avance del populismo corroyendo la delgada zona amueblada por los intelectualmente correctos? ¿El premio alterará la brújula de la grandeza creativa?