sábado, octubre 25, 2025

Antologías



Hay épocas raras en las que ocurre lo que no ocurre nunca. Por ejemplo, en la primera semana de octubre del año de 2025 aparecieron dos antologías de poesía, editadas una en Chile y otra en España. Hay bastantes libros en mi casa pero estos sin duda son para mí decididamente especiales. Los he visto. Los he manoseado un poco. ¿Por qué una cosa ocurre un día y no otro día? ¿Por qué ocurren las cosas?

domingo, octubre 19, 2025

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1)Rilke afirma que todo poeta joven tiene que preguntarse si puede vivir sin escribir. El poeta tiene que preguntarse si tiene algo que decir. El poeta tiene que preguntarse si eso que tiene que decir exige imperativamente ser pronunciado.

2)Leer es una forma superior de estar vivo. Leer libros polvorientos y leer los sucesos que se experimentan cada día, cada hora, cada minuto. El universo, desde la perspectiva humana, es un universo de signos. El poeta dedica toda su vida a leer y a procesar. El destilado de esas intensas lecturas es el poema.

3)Para que el joven poeta pueda escribir lo que urgentemente necesita decir, es imprescindible que se arme con un buen arsenal de recursos estilísticos. Es fundamental que se ejercite como un atleta. Sin recursos expresivos especializados, el poema urgente nunca podrá alcanzar suficiente potencia de fuego.

4)Un elemento clave que con frecuencia se descuida es el diseño del interlocutor válido. A menudo, los poetas eligen a su interlocutor entre aquellos que se encuentran en un rango demasiado limitado de kilómetros a la redonda. Esto produce un efecto contradictorio: si bien satisface algo nutritivo para el ego hambriento, al final la obra se ve perjudicada, ya que estos interlocutores con demasiada frecuencia tienen una agenda extraliteraria. Por eso, lo ideal es que cada poeta joven diseñe a su interlocutor válido de acuerdo con su ambición. Es un diseño delicado, porque si el interlocutor es demasiado exigente puede provocar frustración e incluso parálisis creativa. En cambio, si el interlocutor es demasiado indulgente, las posibilidades del joven poeta se estancan.

5)El poema no se escribe, el poema se corrige. Corregir es el momento decisivo en toda creación. Hay que aprender a renunciar a aquello que, aunque esté bellamente redactado, no aporta nada sustancial. Lo que sobra no solo no aumenta la calidad, sino que reduce el valor del texto en su conjunto. El arte de corregir implica someter al poema a exigentes pruebas de resistencia. También conlleva la sabiduría para saber cuándo apagar la maquinaria y largarse a otro lugar. Es un trabajo delicado, porque se lucha por no perder la frescura de la primera versión y, al mismo tiempo, se realiza una labor de artífice que pretende nada menos que crear el poema más hermoso del mundo.

6)La búsqueda de la autenticidad está relacionada con la búsqueda de la verdad. La verdad es importante para todos, pero el poeta orienta su búsqueda desde lo más profundo de sí mismo. Y al ser esta una búsqueda que atraviesa la jungla de la subjetividad, el poeta debe aprender a instrumentalizar elementos de la ficción literaria: lo inventado, lo inexacto, lo que no es real. Ser auténtico para un poeta es navegar incluso en la impostura sin convertirse en un farsante.

7)La poesía no intenta reflejar la realidad. La poesía pretende interpretar el alma del poeta. Es el alma del poeta la que refleja la realidad. La poesía es un asunto personal.

8)El proceso de escribir poesía es equivalente a la técnica del pedernal y la yesca. Sustantivos, verbos y adjetivos calificativos interactúan formando versos que a su vez interactúan entre sí, generando chispas como el pedernal y el acero. Si se produce fuego en la yesca (que es la imaginación del lector), el poema es bueno. Si el resplandor es duradero, el poema es excelente.

9)Codiciar la fama provoca una grave perversión en el desarrollo del poeta joven. La recompensa esencial está en el momento de la creación: ese espacio de tiempo en el que las palabras van formando eso llamado poema, que es más que una suma de palabras, que quizá es un conjuro, que tal vez es solo un hálito esencial de vida. Y eso, que normalmente ocurre en la más absoluta soledad, resulta una gratificación más que suficiente. Quienes esperen algo más deberían dedicarse profesionalmente a ser poetas laureados.

10)Como es de conocimiento público, el instante en que surge un gran poema es más poderoso que el amor eterno.

jueves, octubre 16, 2025

Este interminable fin de semana perdido

 


Vivimos todo el tiempo sorprendidos de estar siempre sorprendidos
Y es que dicen por ahí que este es el auténtico vértigo de la historia
Dicen que la polarización ideológica alcanza ya niveles de delirio
Que las ideas alocadas son perfectamente idénticas a las ideas verdaderas
Y es cierto
No hay vuelta que darle 
Ten la mente alerta y la pólvora dispuesta
Nuestros días son ya apasionantes horas marcadas por la dicotomía del pulgar
Nuestros días están llenos de ecos de constelaciones impensadas
Y las  crisis sanitarias siguen líneas fulminantes 
Y así hoy vivimos largas horas sin ser devorados por altísimas pasiones 
Salvaje es el viento
Todos siempre nos convertimos en un ridículo cliché
La música es un extraño animal
La línea es una suma de puntos de inflexión 
Y así hoy vivimos aquí tiempos con la más alta compresión en los mensajes
Tiempos donde el futuro no está donde debería estar
Tiempos sin sumergirnos demasiado  en el abismo de la interrogación
En medio siempre del despliegue imperturbable de las horas más triviales
Y así nos aferramos hoy aquí a opiniones repentinas 
Y así nos mantenemos siempre ansiosos por contabilizar toda reacción
Y sufrimos con sonrisa perfecta ese Trastorno por Déficit de Atención
Estos son tiempos de ideas emocionalmente movilizadoras 
Estos son tiempos en los que el océano de información está densamente infestado
Estos son tiempos sin verdadero interés por lo que vertiginosamente afirma nadie
Y los bucles de retroalimentación se alzan hacia el cielo 
Y los ordenadores sueñan con ser polvo enamorado
Y hoy aquí solo hay crudos intentos de canalizar toda la energía colectiva
Crudos intentos que nos han llevado ya a un errático comportamiento 
Piénsalo bien
Hay mucho para procesar
El dinero no da la felicidad pero la sensación es casi la misma
Pero quizá todo es culpa de una excesiva dosis de sentido común
O quizá todo es culpa de un recalentamiento de las mejores mentes de nuestra generación
Y es que ya hasta hay filigranas melódicas que nos hacen sentir incluso salvajes 
Y es que ya hasta hay poderosos fantasmas que galopan en alguna pradera perfecta
Pero mira bien
Siempre están por ahí los que dicen que esta es la mejor época de la historia 
Que individuos con recursos muy limitados generan impacto global
Que la tendencia a exceder a la naturaleza es solo tensión entre posibilidad y limitación
Que la marea de horror es solo una burbuja informativa
Que extrañas semillas germinan desafiantes en suelos estériles
Que la pantalla que nos fragmenta será gloriosamente multiplicadora
Que polímatas ágiles y visionarios florecerán  hasta en el parque de las piedritas
Que la inteligencia artificial nos enseñará cómo ser auténticos seres humanos
Que multimillonarios enardecidos freirán churrascos con encebollado en pleno planeta rojo
Que finalmente caerán los bizarros líderes mundiales derrotados por Batman 
Y que increíblemente nos salvaremos en el último minuto de la emoción
Eso dicen
Y hasta los tontos útiles de la poesía seguimos aquí escribiendo largos poemas
Pero hay que reconocer que nosotros nunca fuimos demasiado buenos en aquello de ser buenos
En realidad nosotros sólo somos buenos hasta que dejamos de ser buenos 
Y tal vez ya se nos acabó la suerte
Y tal vez esta ya es la última mejor época de la historia
Esa que dicen que alumbra la llegada de algún otro tipo de estruendo
Y entonces ya no habrá patria mía ni voz cantante ni sabroso animal ni delicada hortaliza

Poema leído en la sesión inaugural del X Congreso Internacional de la Lengua Española. Obra compuesta con palabras arrancadas de los medios digitales.

viernes, octubre 03, 2025

La muerte de Washington Cuba Castro


Cuando Misael Ramos fundó la librería Licántropo aseguraba, a quien quisiera escucharlo, que al leer un libro las personas se transforman. En su fuero interno seguramente sospechaba que algunos se convierten en seres que aúllan a la luna llena.
Misael Ramos abandonó la facultad de medicina cuando solo le faltaba experiencia con los afilados escalpelos. Elisa, administradora de Licántropo, sugiere que Misael habría lucido impecable con un par de zapatos muy blancos.
No hace mucho Misael Ramos recibió un mail de Julito, uno de sus contactos:

Excelentísimo, Misael, vas a disculparme ese momento de la llamada, porque ese momento me encontraba enviando un mensaje y no quería perder el hilo.
Ahora ya más tranquilo, pero con sueño, te respondo y te agradezco por recordar a Washington, ya que son muy pocos quienes han sentido su partida.
Él, me preguntabas, sí llegó a ejercer su profesión como jefe en una posta de la selva en la frontera de Cusco con Ucayali, pero por algún motivo él estaba tocado por el demonio, y abandonó el puesto, sin querer explicar el porqué.
Vivió, por esos años, en Quillabamba, región cálida y tropical, luego tuvo que regresar a nuestro centro poblado, Urpay, para sanar unas heridas.
Es ahí donde lo ví por última vez, con los diarios filosóficos de Wittgenstein y una herida en recuperación.
Al final, evitando el aislamiento se fue a vivir a un hostal en Urcos, capital de la provincia de Quispicanchis, donde falleció en una habitación sin testigos ni nadie a su alrededor, sino  seguramente algunos libros.
Tras ello, fue enterrado en el cementerio de Canincunca, junto a la laguna de Urcos, donde no asistieron sino cinco personas, siendo él el sexto.
Le reitero mi agradecimiento por recordar y preguntarme por Washington Cuba Castro, aquel amigo de nombre inverosímil.


A fines del siglo XX, Washington Cuba Castro se hizo famoso durante algunos minutos al escribir su poema Song for my oveja. El texto tenía un verso memorable: “Bala, Pancracio, bala, tasca grama”.
En cierta ocasión Washington tomó una dosis de LSD y, meses después, cuando alguien le preguntó qué tal la experiencia, respondió que el efecto seguía, que nunca había regresado y que, tal vez, nunca regresaría.
Washington transmitía fragilidad. Hablaba con voz suave, vacilante, como si hiciera un esfuerzo por irrumpir en este lado del universo. Nadie supo nunca cómo se ganaba la vida, aunque se sospechaba que era uno de esos geniales artistas del hambre.
Sin embargo, en una de las llamadas Noches de la Electricidad decidió confesar lo inconfesable: era antropófago. No se justificó diciendo que necesitaba proteínas; simplemente dejó que el brillo de sus ojos estremeciera a los asistentes.
Aquella noche yo también estaba en la casa del Rolo. Supuse, como muchos, que en la morgue nadie lleva un inventario riguroso.
Lo que sí está claro es que Washington Cuba Castro rompió un récord Guinness: fue estudiante de medicina durante la mayor parte de su vida.
Dicen también que tuvo descendencia.
En la legendaria Casa del Rolo era común ver gran diversidad de visitantes. 
Recuerdo que cuatro hermanas muy jóvenes vivían en un hotel en la cuarta cuadra de la calle La Merced y no tenían problemas al salir cada noche. Sus padres trabajaban en una remota provincia. Se acomodaban juntas lejos de la puerta y primero hablaban sin parar, luego cantaban y al final bailaban. Cuando el jolgorio alcanzaba su punto culminante los voluntarios peleaban por llevar en hombros a la más bonita de las hermanas. Los socios vitalicios de la Casa del Rolo organizaban improvisados pasacalles rumbo a la tienda para adquirir provisiones. Años después alguien contó que Washington  Cuba Castro quiso mucho a la menor, una chica de 16 años muy traviesa. Dijo que fueron enamorados, que fueron novios, que finalmente vivieron juntos en alguna parte del sur del Perú. 
Cuando la casa del Rolo cerró sus puertas definitivamente, Washington Cuba Castro de volvió invisible. Solo años después tocó a la puerta de mi casa. Traía discos: Pink Floyd, Crosby, Stills, Nash & Young, Emerson, Lake & Palmer. Estaban un poco rayados, pero aún se podían disfrutar. Tenía también un librito algo mugriento de Holderlin.
Con el tiempo, todos le perdimos el rastro. Se convirtió en un recuerdo, en una de los personajes de la leyenda. Solo Misael, su viejo compañero en la facultad de medicina, contó un día que el Wachi había increíblemente terminado la carrera. Dijo que vivía en la cordillera de los Andes, en una cabaña junto a un riachuelo de agua helada, acompañado por aquella chica tan joven y tan salvaje.
Washington Cuba Castro era alto, muy delgado, y su nariz delataba insólitos ancestros europeos. Nunca nadie supo cuál era el misterio de su vida. Nunca nadie lo sabrá. Nunca nadie sabe nada.


miércoles, octubre 01, 2025

Centro de Gravedad Permanente


 Llegaron a mis manos algunos ejemplares de Centro de Gravitación Permanente, la antología publicada por Aparte y Marginalia, dos editoriales de Chile. La edición es impecable. Mi agradecimiento a Gonzalo Geraldo y Rolando Martínez Trabucco, así como, una vez más, a Mario Montalbetti, sin duda el poeta vivo más importante del Perú.

Antologías

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