El de Edipo es un mito claustrofóbico. Freud, con su tendencia a esquivar lo obvio,
lo convirtió en una especie de pecado original, pero hay allí un escenario que apunta
a la tensión existente entre el libre albedrío y la fuerza gravitacional del
destino. La fuerza concéntrica que nos impulsa a regresar al lugar donde
empezamos (a repetir un patrón de movimiento) solo puede ser alterada por una
violencia, por la acción de fuerzas excéntricas del albedrío. Dentro del
esquema del mito de Edipo la capacidad de tomar decisiones es parte de trama y
tono. Sin el ejercicio de la libertad Edipo no podría alcanzar la dimensión
trágica de su destino. Esa es la paradoja que hace que este mito sea tan
profundamente ilustrativo (de lo humano).
jueves, septiembre 06, 2012
miércoles, septiembre 05, 2012
martes, septiembre 04, 2012
Siempre preguntan para qué sirve la literatura. Pero
la literatura es probablemente (se puede probar) la actividad más importante
que ha inventado la especie humana. Sirve (nada menos) para redescubrir la
singularidad. Una y otra vez. La singularidad es el atributo (el
acontecimiento) central de lo humano, el decisivo. Cuando se olvida este hecho
se hace posible el genocidio.
lunes, septiembre 03, 2012
El reverendo Francisco Cerpa
anunció (en reciente conferencia de prensa) que es falsa esa imagen tan
recurrida sobre que la vida es como un tren que alcanza la estación del
instante. La vida es mucho más parecida a un aluvión, reveló el reverendo. O (mínimo)
es una red fluvial que desemboca en el mar que es el instante.
Ilustración: Julie Mehretu.
domingo, septiembre 02, 2012
sábado, septiembre 01, 2012
Bechamel
Afirmar que un texto heterodoxo no
es otra que la suma arbitraria de todas las cosas que dan vueltas a la cabeza
del escritor es como afirmar que una buena salsa bechamel no es otra cosa que
un elegante engrudo. O que un pollo a la brasa no es más que un pollo muerto
expuesto al calor. O que el acto del amor no es otra cosa que un vehemente
intercambio de fluidos. La perspectiva es lo único que da sentido a la verdad.
Ilustración: Francesca Woodman.
viernes, agosto 31, 2012
Cosas de la vida
Algunos aseguran que la angustiosa pulsión por
ponerse por encima de los demás se origina en la cabezona insistencia del
espermatozoide triunfador. Pero recientes estudios parecen demostrar que si bien
la carrera por alcanzar el óvulo es la primera de una vida signada por la
competencia, en realidad es la última en la que se juega limpio. Porque no bien
el infante empieza a formular sus primeras palabras ya empieza el aprendizaje
de taimados recursos. En esa medida la famosa ley de la selección natural
funciona a nivel social como un filtro donde los más astutos logran ubicarse en
las posiciones más expectantes. Es por eso que el sector de los afanosos
dirigentes suele estar integrado por depredadores, con una gran habilitad para
deshacerse de enemigos y para falsificar una identidad de signo positivo. Salvo
honrosas e inexplicables excepciones.
Ilustración: collage de Jens Ullrich.
jueves, agosto 30, 2012
Hay dos grandes tribus en el mundo
- Los del universo
de lo inmediato. Los que entienden la vida a través de la exaltación
sensorial. Esos que consagran a la euforia como el estado ideal. Esos que exigen
la satisfacción urgente del deseo. Esos que experimentan los incidentes
(de la vida) con adictiva vibración. Esos que piensan que la vida es una
marejada que inunda (inunda) la conciencia. Pero (por desgracia) no somos
ángeles. Esos pronto averiguan lo aburrido que es el mundo cuando la
capacidad de sorpresa se satura.
- Los otros. Los que
piensan en el futuro (y en el pasado). Los precavidos. Esos que lanzan una
amplia mirada (hacia el flujo del tiempo y la amplitud del espacio). Esta
zona que revela la (verdadera) proporción de los afanes humanos y permite
vislumbrar las coordenadas de lo real. Esa zona que requiere una actitud
mental que se sustenta en el estoicismo (para comprender el panorama de la
existencia). La conciencia de la muerte es característica frecuente en
este territorio y sirve para contrarrestar el efecto cegador de la euforia
vitalista. La melancolía es el terrible precio que pagan los de este
colectivo.
Nota: Solo una situación de conflicto rompe el
capullo de la identidad y crea las condiciones para el cambio. La renovación
necesariamente se da cuando el sujeto peregrina conmovido hacia la otra zona
del universo de lo humano. Porque el ser (el modo de ser) se revela como la más
estricta de las prisiones. Nota: Lo humano está labrado por la tensión entre lo
mediato y lo inmediato.
miércoles, agosto 29, 2012
Ahí
Hace unos pocos miles de años una mutación afectó a cierta
especie de monos. Les borró la memoria (de lo que eran). Ese neurótico impulso
los llevó a enfrentarse a la naturaleza. Negando su (objetiva) realidad
(animal) esos primates edificaron un nuevo universo. La clave de lo humano es
una simple enfermedad mental.
Ilustración: Ellem Klimov.
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